Anestesistas mendocinos: “En 2020 había aplausos, hoy hay cartas documento para forzarnos a trabajar”

En las últimas horas, el Poder Ejecutivo de Mendoza comenzó a enviar intimaciones y cartas documento a los anestesistas que renunciaron para que vuelvan a sus puestos de trabajo: la ley de “emergencia” sancionada congeló las renuncias por cuatro meses, pero los profesionales del sector se niegan a hacerlo.

Oportunamente, Rodolfo Suarez y Ana María Nadal publicitaron que la situación en los hospitales había comenzado a normalizarse tras la sanción de la ley, pero los anestesistas lo desmintieron.

“En la mesa de diálogo nos dijeron: ‘vuelvan a trabajar o les aplicamos todo el rigor de la ley’. El ejecutivo no hizo nada más que presentar una ley que nos obliga a volver contra nuestra voluntad“, señaló en una entrevista radial Arturo Salassa, vocero de estos profesionales.

La agrupación Promesa, que integra el gremio de los profesionales médicos y en las últimas paritarias cuestionó el acuerdo al que llegaron AMPROS y Suarez, sintetizó sobre el conflicto de los trabajadores de la salud en Mendoza: “En el 2020 había aplausos, hoy hay cartas documentos para forzarnos a trabajar”.

Por su parte el gremio que conduce Claudia Iturbe publicó una carta abierta a Suarez en la que admite, entre otros puntos, que “la situación sanitaria es tan grave e insostenible que el vaciamiento de los Hospitales y de Centros de Atención Primaria de la Salud por falta de Recurso Humano para servicios críticos como Guardia, Anestesia, Cirugía, Salud Mental, Pediatría, Oftalmología, Neonatología, Ginecología y otras especialidades esenciales en los lugares más alejados de la Provincia de Mendoza, ya es un hecho consumado. Los estímulos para instalarse son nulos”.

El foco de la carta fue el subsidio que Suarez le dio al pastor Héctor Bonarrico como pago por bajar su candidatura y dejar la banca en el Senado.

“Parece una broma de mal gusto que mientras los profesionales de la salud formados en nuestra querida provincia emigran a otras ciudades o países en los que sí se reconoce su tarea y su entrega, sus funcionarios maquillan de subsidio, el pago de votos de un pequeño sector de la población“, señala la misiva. .