Mario Cozzolino no le tiene miedo a nada de nada. El respeto y el amor por el trabajo son sus dos motores de vida, con eso y el incondicional apoyo de su familia alcanza y sobra.
Hoy su marca deportiva integral Knock, luego de 20 años ininterrumpidos de labor, es una de las más reconocidas en el País, fruto de su esfuerzo y sobre todo a la adaptación que logró en sus inicios en el rubro textil.
Si bien desde hace muchos años, varias empresas intentaron hacer sombra o al menos competir con las grandes firmas internacionales de multinacionales poderosas, pocas lograron mantenerse sobre el camino de la subsistencia.
La premisa y estrategia desde el inicio fue llenar los vacíos de esas potencias industriales, con un trabajo personalizado, creativo y original basado en la confianza mutua.
Desde hace un tiempo, casi dos décadas ininterrumpidas, sus casacas o camisetas, pantalones, buzos y remeras se distinguen con su logo inconfundible en todos los sitios ocupados por las sedes, recintos y campos de juego de cientos de clubes de la Argentina.
El futsal de Ushuaia a La Quiaca, el softbol mendocino y entrerriano, el Fútbol profesional de Cuyo, algo en Rosario y bastante en provincia de Córdoba, el 60 % del Básquet cuyano mas La Rioja, handball y box también de Cuyo, sin olvidarnos del hockey patín y césped con el tenis lucen sus originales diseños.
Como vemos al hacer el recuento, se complica ser certeros y finos en la descripción de Knock como atuendo elegido mayoritariamente en la Argentina profunda.
Pero para llegar al promisorio momento actual, tenemos que mirar y seguir la película desde el comienzo. A fines de los ´90, Mario Cozzolino y los suyos formaban parte de la destacada y moderna industria de la Gráfica.
Con la irrupción de internet y las nuevas tecnologías, el papel poco a poco se fue convirtiendo en pasado de nostálgico.
Primero el salto del Off set al laser, y después la virtualidad de la pantallas a lo que continuó la invasión de teléfonos inteligentes, completaron el desenlace de una inminente necesidad de transformación.
Poco a poco las impresoras y prensas dejaron sitio a las mesas de corte y maquinas industriales de coser. Los artilugios de sublimado ganaron espacio a los mesones cargados de resmas de diferentes gramajes, y el salto más complicado de pensar el Mundo en papel y trasladarlo a telas formó parte de lo cotidiano de la familia Cozzolino.
Pero no todo es vestimenta en la vida. Siempre Mario estuvo relacionado al deporte, primero como tenista y con el boom del padel a mediados de los ´80 el hombre dejó la encordada de tenis para empuñar una rudimentaria paleta con agujeritos bien de esos tiempos. Entre paredones nacía un nuevo deporte llamado Padel o Paddle como se lo denominaba en sus comienzos.
Representó al Mendoza y al País en certámenes internacionales con muy buen rendimiento. “Qué bueno que pronto el Aconcagua Arena recibirá lo mejor del país y del Mundo en el padel internacional. Y un placer poder ir ahora como espectador” comentó entre risas.
Pocas son las compañías y marcas que en Argentina apoyan al Box. Una de ellas también es Knock: “Con la aparición de Juan Carlos Reveco, del que también fui manager y representante, incursioné en el deporte de los puños siempre como diseñador. También vestimos a Jonathan Barros y a Jesica Marcos. Todos campeones del Mundo”. Consultado si además de pantalones y batas se atreve a encarar la fabricación de Guantes, cabezales y demás elementos no dudó en responder “Si se da y hay continuidad soy capaz de vestir la lona, las cuerdas y los rincones”, aseguró a Diario Mendoza Today.
Siguen los llamados y las demandas de clientes satisfechos. Crece una pyme que da trabajo y prestigio a la tierra del Vino, el trabajo y excelentes deportistas.
