Christian SanzMendoza en foco

Inquieta el crecimiento de asesinatos por “ajuste de cuentas” en Mendoza

¿Realmente hay “ajuste” entre bandas o es que el gobierno mendocino no logra encontrar una explicación coherente al incremento del delito?

En las últimas horas, dos jóvenes de 24 años fueron baleados en la vereda de una vivienda de Ciudad por dos personas que pasaron por el lugar en una motocicleta, por lo que no se descarta un posible ajuste de cuentas.

De las primeras pericias en el lugar y el aporte de testigos surgió que los jóvenes estaban reunidos junto a otras personas cuando pasó una motocicleta con dos ocupantes que, sin mediar palabra, comenzaron a disparar y luego escaparon.

Antes, el domingo pasado, un adolescente de 17 años fue baleado sin motivo aparente en Godoy Cruz. Ocurrió en Calle El Nihuil N° 1.132.

El hecho ocurrió cuando el joven se encontraba en inmediaciones del domicilio junto a un amigo y por causas que se investigan fue herido en la espalda por sujetos.

Pocas horas antes de ese hecho, un hombre de 42 años fue agredido con un arma de fuego en Godoy Cruz. Ocurrió cerca de las 4.15 en calle Bulnes al 2.600 del Barrio Villa del Parque.

El hecho se suscitó cuando la víctima se encontraba frente a su domicilio y desde la esquina de Bulnes y San Vicente observó que un individuo efectuó al menos tres disparos y que uno de ellos lo lesionó en el tórax; tras ello el agresor se dio a la fuga.

Los casos descriptos son solo un botón de muestra de lo que viene ocurriendo en los últimos meses en Mendoza, con repentinos asesinatos que no tienen explicación.

Y cuando los medios piden —pedimos— explicaciones a las autoridades de turno, estas aseguran que se trata de “ajustes de cuentas” entre bandas.

Entonces aparece la obvia pregunta: ¿Realmente son disputas entre malhechores o es que los funcionarios no tienen cómo explicar el crecimiento del delito?

Ambas posibilidades son inquietantes: si es que ha crecido aquello que se conoce como “ajuste de cuentas” significa que el crimen organizado ha hecho pie en Mendoza.

Si, por el contrario, es solo una excusa de los burócratas para intentar explicar lo inexplicable, también es grave, porque refiere que los funcionarios están completamente perdidos respecto del combate del delito en la provincia.

Es curioso, porque este miércoles, en plena inauguración de la Comisaría 11 de Luján de Cuyo, Rodolfo Suarez aseguró: “Tenemos 4,2 de homicidios cada 100 mil habitantes y estamos muy por debajo de otros lugares del país”. Como si ello fuera suficiente aliciente (valga la cacofonía).

Allí mismo, el gobernador mendocino anticipó que la provincia incorporará más de 700 cámaras nuevas y se invertirá en vehículos, armas, chalecos “y todo lo que necesita la policía para salir a combatir el delito”.

Ciertamente, le faltó lo más importante: la capacitación de las fuerzas de seguridad, que se enfrentan a un tipo de delito que es totalmente diferente al que existía hace apenas 10 años.

La “complejización” que ha adquirido el crimen organizado a nivel local amerita un adiestramiento proporcional por parte de los uniformados locales. Pero ello no ocurre.

“En Mendoza, los policías aprenden más sobre perspectiva de género que sobre combate del delito”, dijo a Diario Mendoza Today un viejo comisario que está a punto de retirarse, más por hartazgo que por convicción.

Con esa simple frase, el uniformado sintetizó todo un concepto, que permite entender por qué sigue incrementándose el crimen en la provincia.

Como diría el kirchnerismo, “no fue magia”.

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