Sergio Marroquin, entrevista al mendocino que es fabricante y perfeccionador de arqueros

El puesto de arquero, guardametas, Meta, portero o goalkeeper tiene aristas particulares. No vamos a descubrir nada nuevo al decir que es el que se viste diferente dentro de los 11 que ingresan al campo, además desde hace no más de seis décadas se calza guantes que le facilitan su ventaja de poder utilizar las manos.

Es el último bastión defensivo de un equipo de fútbol cuenta con un área en la que no puede ser molestado y otra área que le impide seguir con la posibilidad de manejar con las extremidades superiores el útil.

Hasta aquí todo bien, pero debemos hablar también de cosas no tan claras, o por lo menos postergadas. ¿Acaso usted amigo lector nunca escuchó la cruel frase “el gordito va al arco”? O la más ruin y ventajera de todas: “Está bien vos jugas, pero al arco ya que trajiste la pelota”.

El arquero fue el último puesto que se incluyó dentro del juego. Al principio eran, como dicen los que desprestigian al deporte Rey “varios tipos detrás de la pelota”, hasta que, a alguien en la vieja Inglaterra de mediados del siglo IXX, se le antojó con éxito incorporar a un player con las ventajas enumeradas al principio.

Pero saltemos a nuestros días. Sergio Marroquín se enamoró del puesto desde que tiene uso de razón. La realidad indica que sus condiciones para jugar bajo los tres palos se le complicaron a medida que avanzaba en las categorías en las que atajaba en su querido Deportivo Guaymallén.

Forma parte de la história reciente del deporte mendocino, pero su talla de 1.70 de estatura según él, lo limitaba para aspirar a la altísima competencia.

Aquí aparece una virtud del entrevistado para superar ese cruel dato anatómico: Ahora a este tipo de personas de la llama resiliente, y precisamente esta característica física, digamos un tanto cruel de no medir arriba de 1.80 como indica la preferencia de los entrenadores y dirigentes, decidió con mucho acierto, montar una destacada escuela de arqueros que lleva su nombre.

Sergio Jugó pocos partidos en primera y desde muy chico determinó que la docencia le resultaban agradables. Supo desde temprana edad que podía perfeccionar la técnica individual del puesto.

Participó de varios cuerpos técnicos denuestro medio, y precisamente mientras trabajaba en el plantel de Deportivo Maipú en el Federal A apareció alguien que lo entusiasmó para poner un emprendimiento propio.

Mario Cozzolino, reconocido fabricante de indumentaria y creador de la marca Knock lo convenció para que se a haga cargo de la actual escuela y centro de arqueros SM, cuyo predio de entrenamientos se encuentra en Rodeo de la Cruz.

Al principio, fueron cuatro o cinco arqueros. Hoy mas de 80. “Trabajamos mucho en redes sociales. Subimos todo a riesgo de que nos copien el trabajo”, nos contaba muy orgulloso de su trabajo y contento por haber formado un equipo de trabajo de alto nivel y compromiso profesional.

El desaparecido “Vale chumbar”, fue el predio fundacional un 19 de junio de 2015. Para luego trasladarse a “El Talan” en calle Buenos Vecinos 2091 de Rodeo de la Cruz donde funciona hoy en día. De esta manera lunes, miércoles y viernes de 17 a 20 entre conos, arquitos, sogas y pelotas, varios soñadores con llegar a ser el 1 de a selecciona nacional cumplen su misión de volar de palo a palo.

Evidentemente SM Arqueros es un lugar que se ganó el respeto de los amantes del puesto no solo del fútbol, sino también pidieron trabajar arqueros de fútsal y hasta handball. “Yo recibo a todos, pero explico claramente que la técnica del futbol es diferente a todas, Si quieren trabajar para mantener el estado físico, los reflejos y adaptar a sus deportes algún aspecto de técnica individual son bienvenidos”, dijo a Diario Mendoza Today con convicción.

La figura del entrenador de arqueros recién ahora logró un sitio de consideración en los planteles profesionales. Por eso Marroquín un buen día recibió el llamado del mismísimo Rodrigo Rey, ex Godoy Cruz y actualmente portero de Gimnasia y Esgrima La Plata. Dicho destacado futbolista le solicitó ser entrenado apara provechar el receso obligado en los pasados días de pandemia durante tres meses.

Varios otros del puesto como Juan Cruz Bolado, Matías Soria (reserva de Godoy Cruz) y varios más requieren sus servicios. Mantiene contacto con varios entrenadores de arqueros de planteles profesionales del futbol de Argentina y el mundo. No renuncia jamás al proceso interminable y maravilloso de aprender.

“Más allá de lo físico y técnico, un buen arquero debe tener capacidad de superar los momentos negativos. Está para evitar goles y seguramente es el que irá a buscar la pelota adentro del arco. Ese momento puede ser de derrumbe o de motivación para que no vuelva a suceder. En resumen, la concentración es fundamental” nos dijo ya a la altura del segundo café de la entrevista.

Entre tantos detalles técnicos y anécdotas, recorrimos las características actuales de un portero: “Antes, dos décadas atrás los arqueros eran portentosos. Cuerpudos y chocadores, por ejemplo, Farid Camilo Mondragón, José Luis Chilavert, Navarro Montoya y Luis Islas. Hoy son finos, estilizados y trabajan muchísimo las fibras rápidas. Van al gimnasio como trabajo de mantenimiento y de prevención. Son flacos y estilizados” nos comentaba con seguridad.
En lo personal, y no se rían, tengo ganas de calzarme los guantes y rememorar los tiempos de portero en Hispano Americano de Rio Gallegos.

Nuestro entrevistado tiene una capacidad didáctica que contagia, y estoy seguro que un jugador por el entrenado al momento de evitar goles se siente Sepp Maier, Lev Yasin, Hugo Orlando Gatti o el mismísimo Pato Ubaldo Matildo Fillol. En cada clase o entrenamiento vas a creer eso, ya que te ayudará a soñar.

A la escuela SM Arqueros puede asistir cualquiera, si sos arquero del club del barrio, de la juntada de amigos en las cachitas de pasto sintético o simplemente quieres mover el cuerpo y por ahí te aburren los fierros. Vas a trabajar con pelotas y vas a descubrir cosas que desconocías de vos mismo.

Completan el staff de Centro de arqueros Sergio Marroquin, Marcelo Pontoni como preparador físico; Ignacio Marroquin de 19 años que es estudiante de educación física y dejamos para el final la mención especial de la arquera titular del equipo de primera división de Gimnasia y Esgrima de Mendoza Valentina Martin de 25 años.

Para terminar, en las épocas gloriosas de la Revista El Gráfico, Hugo Orlando Gatti antes de lllgar a Boca Junior previo paso por Unión de Santa Fe regaló un título inolvidable: “En el puesto más bobo soy el más vivo”. Cualquier casualidad de aquella frase del polémico del loco nacido en Carlos Tejedor con Sergio Marroquín es la pura verdad.