PolíticaPortada

“No creo que sea conveniente hablar de candidaturas”, dijo Cornejo cuando le preguntaron si quería volver a ser gobernador de Mendoza

A su vez, el dirigente radical se mostró a favor de las PASO al considerar que no cree que “se pueda forzar a una elección interna por partido” en Juntos por el Cambio.

Este domingo, Diario La Nación publica una interesante entrevista, hecha por el colega Pablo Mannino, a Alfredo Cornejo. Allí habla de todo un poco: el kirchnerismo, las PASO, Macri, e incluso si volvería a ser gobernador de Mendoza. Casi al final.

-¿Cómo considera que seguirá el rumbo del país, en medio de la interna del oficialismo? ¿Hay riesgo de gobernabilidad?

-No veo riesgos de gobernabilidad inminente, no por decisión propia de renuncias de Alberto o de Cristina, pero sí creo que tiene tan mal manejo de la economía el Gobierno de Alberto Fernández que podría derivar en una inflación altísima y con el no cumplimiento del acuerdo con el fondo, en corrida bancaria o cambiaria. Eso sí, la mala praxis de Alberto podría generar los riesgos de gobernabilidad porque no aciertan en temas económicos, no hacen las cosas de sentido común y como si eso fuera poco, tienen un problema de índole político, que es la división en el Frente de Todos.

-¿La crisis es política o institucional?

-Si no deriva en renuncia no hay tal crisis institucional. Cristina dice que está en contra del acuerdo con el FMI; ahora qué hubiera dicho ella si Alberto hubiera entrado en default. Lo que no dice Cristina es qué plan le recomendaba al presidente; dice que está en contra pero no qué haría. La quisiera ver cuán incómoda estaría si el país hubiera entrado en default y el costo político lo pagaban ambos. Ella ha hecho una especulación; se queda con el relato de estar en contra con el acuerdo, pero a la militancia, esa minoría activa, le deja el mensaje y el relato, y no paga el costo político de entrar en default. Es una relación ambigua, porque uno ve después que en los temas que le importan a Cristina, votan juntos en el Senado y en Diputados. Por ejemplo, en el Consejo de la Magistratura están buscando la manipulación de la Justicia.

-¿Cree que puede crecer la conflictividad social en los próximos meses?

-Sí, puede crecer la conflictividad, y lo hará porque la alta inflación perjudica a los sectores más pobres y a la clase media. Se da un combo donde la ambigüedad de la situación no permite ser muy claro en la lectura. Está creciendo el consumo de algunas cosas, a pesar de la inflación, porque a la gente le quema el dinero en la mano, derivado de la gran emisión que forzó Cristina a Guzmán a fines del año pasado. La inflación se está comiendo el salario de los registrados, del cuentapropista, de los jubilados y también de los planes.

-Usted tiene cada vez más visibilidad, al ser muy crítico del Gobierno, tanto de Alberto como de Cristina Fernández de Kirchner. ¿Considera que cuenta con alto nivel de conocimiento y de llegada a los argentinos?

-A los dirigentes del interior nos cuesta hacernos conocidos en el gran electorado de AMBA, que es el definitorio en los comicios. Pero insisto en algo; creo que si hoy focalizamos en nuestras carreras políticas en vez de un programa de Gobierno que dé certidumbre a la ciudadanía estamos retroalimentado el clima de mala onda que campea a la Argentina, en lo económico, social y político.

-¿Qué expectativas y ganas tiene de ser candidato a presidente? ¿Sigue postulándose?

-Eso lo vamos a ver en el 2023, categóricamente creo que no es el momento de candidaturas. Sí creo que Juntos por el Cambio tiene que mantenerse unido como en 2021. Me siento muy protagonista de esa construcción, por mantenernos unidos y haber usado las Primaria Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). Creo que esa es la fórmula para quienes quieran participar. Tenemos que mantener la unidad. No le sirve a ningún dirigente ni a ningún partido fomentar la división de la coalición. La identidad de la coalición es más fuerte que la identidad de los partidos.

-¿Bajará la tensión interna en Juntos? ¿Hay una tregua posible o hay chances de ruptura?

-Hay una demanda muy fuerte de unidad de quienes nos apoyan; y los dirigentes que generen incertidumbre sobre la unidad recibirán un castigo de nuestros votantes. Esa tensión que está larvada va a ir aflojando con vistas al 2023. Cuando se canalice esa tensión en una elección PASO, se distiende todo.

-Entonces los postulantes no se definirán en una interna partidaria…

-Es imposible en una interna en el partido. En el 2021, de las 21 provincias donde fuimos unidos, en 17 hubo elección PASO, hubo competencia; en algunas hasta con cuatro listas, y en todas fueron mezclados, salvo en provincia de Buenos Aires, hubo PRO con radicales, y viceversa. No creo que se pueda forzar a una elección interna por partido. Es la lectura que hago de cómo se ha comportado la dirigencia en todo este tiempo. No veo por qué se va a cambiar.

“Cristina se queda con el relato de estar en contra con el acuerdo y no paga el costo político de entrar en default”

-¿Cómo es su relación con Facundo Manes? ¿Tiene posibilidades de ser el candidato de la UCR?

-Sí, es un actor que podría ser candidato, tiene condiciones y una visibilidad que le dio la última elección, además de su reconocimiento profesional. Lo veo como candidato, como puedo ser yo. Lo prudente sería que haya un solo candidato pero tampoco hay que descartar las otras opciones, de múltiples candidatos. En una PASO, como frente, no hay ninguna restricción para presentarse. Por eso, con juntar avales es suficiente; no hace falta tener el apoyo del partido. Igual, creo que hay espacio para dos o tres postulaciones. Yo pienso más en la unidad que presentar 5 o 6 candidatos porque se corre el riesgo de esparcir mucho el voto.

-¿Tiene muchas diferencias con Gerardo Morales? ¿Participaría de los mitines antigrieta?

-Participaría de todas las convocatorias que amplíen Juntos por el Cambio. Si son a los efectos de ampliar, estoy ahí. Pero, si propenden a una ruptura no participaría. No creo que sea prudente generar conflictividad interna ni buscar diferencias hacia el interior, creo que hay que focalizar en las diferencias con un Gobierno y una coalición del Frente de Todos, de Alberto y Cristina, donde ninguno de los dos es víctima, y son lo mismo, a los efectos económicos, políticos y de relaciones internacionales. Tenemos que poner el foco en confrontar contra ellos y no en buscar diferencias internas; ahí tengo una parcial diferencia, pero en líneas generales creo que el radicalismo no corre ningún riesgo de generar una división en Juntos por el Cambio.

-¿Cuál es su visión sobre Horacio Rodríguez Larreta? ¿Se debilitó tras las elecciones?

-Es un buen gestor y necesitamos buenos gestores, no solo buenos políticos. Contribuye a eso; esa imagen de gestión que necesita la Argentina. Creo que sirve lo que está haciendo. Puede ser que se debilitó su figura tras las elecciones, pero acá no sobra nadie; todos hacen un aporte importante.

-¿Mantiene buen vínculo con Patricia Bullrich? ¿Podría aliarse a ella, participar de una fórmula?

-Mantengo buen vínculo con todos los correligionarios del partido. Con Horacio y, por supuesto, con Patricia, que le pone una narrativa interesante a Juntos por el Cambio. Trabajamos juntos en la cuarentena estúpida y absurda en la que nos metió el gobierno nacional, cuando ningún dirigente político se animaba a contradecir a Alberto Fernández y su 80% de imagen positiva. Cree que le aportamos mucho a la narrativa de la coalición, que desembocó en el triunfo del 2021. También tengo buen vínculo con Facundo Manes, con Martín Lousteau, con Gerardo Morales y con Gustavo Valdez. En cuanto a una fórmula, no creo que sea momento de candidaturas de Juntos por el Cambio; hay que ponerse muy firme en el programa de gobierno y en un discurso explicativo de los cambios que hay que hacer en la Argentina, como las grandes reformas que hay que hacer para crecer sostenidamente durante una década, entre ellas fiscales, económicas, administrativas y laborales. Hay que llegar al 2023 con las cosas muy explicadas y comprendida por la ciudadanía; si no se las apropia no vamos a obtener resultados.

-Limó asperezas con Mauricio Macri. Ahora hay más elogios que críticas… ¿El expresidente puede ser candidato o será el gran elector?

-¿Por qué no? No sobra nada, ni nadie, y su experiencia de 4 años de gobierno nacional y de 8 en la Ciudad de Buenos Aires son útiles para Juntos por el Cambio. Mi relación con él en general es buena. Escucha mucho más de lo que hacía cuando estaba de presidente. Está viendo la situación del país con bastante equilibro. Hoy no lo veo a él de candidato; no lo veo ahora, forzando una candidatura. Hay algunos políticos que están muy apurados con las candidaturas, pero la verdad que el deterioro social y económico de la Argentina es el más grande en la democracia. Incluso los indicadores son peores que en 2002.

-¿Cómo observa el fenómeno Milei? ¿Hay que abrirle la puerta a un libertario? ¿Tiene que ser un aliado?

-Hoy lo focalizo en una expresión más del voto bronca; es la canalización de un rechazo a buena parte de la dirigencia política. Me parece una expresión del voto bronca, no más que eso. Los que se entusiasman con sus ideas ultraliberales, no es exactamente lo que está representando. No le tengo temor, no viene mal una deliberación pública en la Argentina más transparente, y que los extremos, como es el kirchnerismo, que le quiere cobrar impuestos a la gente hasta el aire que respira, y Milei, que dice que los impuestos son ilegales, me parece que hay un amplio camino en el medio para hacer una racionalidad económica que le dé progreso y valor a la Argentina. No creo que vengan mal sus posiciones extremas. Vaya a saber en el 2023 en qué estado nos encontremos; hoy va a ser un 2022 muy duro en lo económico, y la gente va a hacer su aprendizaje también con sus políticos. Y Milei ya es uno más de los políticos. No es que le cierro la puerta, pero hoy no está en la agenda de Juntos por el Cambio.

-¿Con quién más están dispuestos a aliarse?

-Hay mucha gente con experiencias de gobierno exitosas y con aportes para hacer, y deberíamos convocarlas, que proviene de distintas tradiciones. Veo, por ejemplo, ese encuentro de Schiaretti, Urtubey y demás, como gente que si pudiese contribuir, bienvenida, pero no ha manifestado que quiere estar en Juntos por el Cambio. Si es para ampliar el frente, sí, pero no han expresado si quieren.

-Cristina habló de banda y bastón, por un lado, y de tener el poder real, por otro. ¿Se debilita o consolida la figura de la vicepresidenta? ¿Tiene un techo electoral?

-La veo a ella en un proceso similar al del 2014-2015, refugiándose en sus fanáticos, recluyéndose en ellos. Está buscando solidificar sus fanáticos. Es la única explicación que le encuentro a los últimos papelones, como lo que hizo en el Eurolat.

-¿Le ve futuro político a la senadora mendocina y presidenta del PJ local, Anabel Fernández Sagasti?

-Ella es en política lo que Cristina quiere que sea. Siempre su futuro estuvo atado a Cristina, y la perspectiva es que siga atado a ella.

-¿Qué rol está jugando Sergio Massa? ¿Perfila como el candidato oficialista de la moderación? ¿Es una amenaza para las aspiraciones de Juntos?

-Es una figura que contribuyó a la unidad del Frente de Todos para ganar una elección pero que ninguno de los tres sectores tiene planes de gobierno, ni una orientación para el país. A los tres los junta el interés de conquistar el poder y conservarlo, pero no hay coincidencias básicas. Es una cosa muy llamativa que él sea el vínculo con el acuerdo con el FMI y que Cristina lo esté demoliendo; solo los junta conservar el poder. No hay affectio societatis ni programa de gobierno, y de esa forma es imposible darle una orientación al país, darle certidumbre o un camino. Luchan por el poder, por el poder mismo, nada más, no para hacer ningún tipo de cambio.

-¿Cuál es su visión de Máximo Kirchner y de Eduardo “Wado” De Pedro?

-Son expresiones de lo mismo; son por Cristina, no son un emergente de algo nuevo en la Argentina.

-En Mendoza, varios se prueban el traje para la gobernación. Sin embargo, todos están expectantes de sus movimientos. ¿Le interesa volver a gobernar la provincia?

-Hoy pensar en candidaturas, en medio de un 2022 que puede ser de estanflación, sin crecimiento, puede ser muy deteriorante para todos. Deteriorará la imagen sobre la dirigencia política. No creo que sea conveniente hablar de candidaturas, pero hay que resolverlas en el 2023. Acá no se trata de personas, sea en lo provincial o lo nacional, sino de equipos de trabajos y de programas. Después se verá.

Artículos Relacionados