Fabián Quintá

Marcelo Bielsa: entre las convicciones y la realidad

El último héroe.

La salida de Marcelo Biela de la dirección técnica del Leeds United muestra el límite que existe entre defender “a muerte” las convicciones, un estilo de jugo, y la realidad, la que imponen los jugadores con los que se cuenta para llevar adelante ese planteo.

La crónica – implacable – dice que el Leeds United confirmó este domingo lo que ya era un secreto a voces: Bielsa dejó de ser su entrenador tras la mala racha de resultados del equipo, que el sábado perdió 4 a 0 contra el Tottenham, por la fecha 27 de la Premier League.

Después de 27 fechas en la actual temporada, el Leeds es el equipo que más goles recibió – 60 tantos-, lo que lo llevó al puesto 16, dos puntos por encima de Burnley, el primero que ocupa un lugar en zona de descenso, pero que tiene dos partidos menos.

Solo en este mes que termina, el Leeds perdió cuatro de los cinco partidos que disputó. Igualó 3-3 frente a Aston Villa, pero después encadenó cuatro dolorosas derrotas: 3-0 frente a Everton, 4-2 ante Manchester United, 6-0 con Liverpool y 4-0 este sábado como local ante Tottenham.

Todo esto fue demasiado para la dirigencia del modesto equipo que Bielsa logró llevar a primera el año pasado, y que puso a un punto de entrar en la UEFA Champios League, en su primera temporada en la  Premier League.

¿Qué pasó entre un torneo y otro? Algo muy simple, el equipo se quedó sin sus mejores jugadores. Una serie de ventas y muchas lesiones hicieron que este modesto equipo del ascenso tuviera que recurrir a sus segundas y hasta terceras “líneas”.

Pero ante esta adversidad, Bielsa siguió con su convicción de “salir a jugar a campo ajeno”, corriendo a todos los adversarios, tratando de conseguir la pelota, y desplegando un juego vertiginoso con muchas triangulaciones.

Si eso le permitió jugar “de igual a igual” con el poderoso Liverpool en el semestre pasado, y perder por 4 a 3 “por esas cosas que tiene el fútbol”, el mes que termina se transformó en un 6 a 0.

Bielsa no pudo, o no quiso,  cambiar su libreto ante la evidente falta de jerarquía de sus jugadores, como quedó demostrado en el segundo gol del Totemham, donde un jugador, acorralado en el ángulo del corner, eludió a tres defensores del Leeds para terminar poniendo la pelota al lado del primer palo del arquero.

Su equipo perdía “en las dos áreas”, y era evidente. En la propia, por dejar espacios muy abiertos con defensores de escasa experiencia, y en la contraria, donde la falta de calidad hacía que no se definieran las muchas ocasiones que se generaban.

La realidad terminó por imponerse. Ponerse “la 10” de Independiente no te hace ser Bochini, y mucho menos jugar como él. La partitura puede ser excelente, pero si los intérpretes desentonan, es responsabilidad del Director cambiar el repertorio.

Queda, como siempre, el legado de Bielsa a lo largo de estos tres años, como dijo el director deportivo del Leeds, Víctor Orta.

En esos años, Bielsa “ha creado un legado, supervisando importantes mejoras de infraestructura en Thorp Arch, uniendo a los hinchas y los jugadores, y brindando un camino claro para que los jóvenes hagan la transición al primer equipo. Es decepcionante que su ciclo haya tenido que terminar de esta manera, dados los momentos especiales que hemos disfrutado en los últimos años, que han sido algunos de los mejores de mi carrera, pero no podemos escondernos de los resultados recientes», dijo Orta a través de las redes sociales.

“Newell’s siempre estuvo cerca”, pero habrá que ver si Bielsa, que ya tiene 66 años, acepta algún nuevo desafío.

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