Christian SanzMendoza en foco

Puro misterio: ¿Qué busca Mendoza Today, quién lo banca, para quién opera?

Hacer periodismo en Mendoza es bien complejo, nadie entiende que puede existir un medio independiente. Por Christian Sanz, desde la redacción de Diario Mendoza Today.

Hacer periodismo es contar historias, generalmente relacionadas con hechos de la realidad. Si refieren al interés público, mejor. Porque servirán para que los ciudadanos que se nutren de los medios de comunicación puedan tomar mejores decisiones cada día.

Por caso, si la prensa revela que en una campaña tal o cual candidato ha cometido hechos de corrupción, ello repercutirá en los votos que recibirá el día de elecciones. Es una ecuación casi directamente proporcional.

Esa información quedará a su vez guardada para siempre en los buscadores de internet. Para que cualquiera que busque antecedentes sobre fulano o mengano pueda saber qué esconde. Si es que esconde algo.

En Mendoza, esa matemática no funciona. O funciona mal. Los medios saben callar lo importante y enfocarse en las trivialidades. Como si ello fuera información que le servirá a la sociedad. Pero termina siendo una suerte de opio que adormece cerebros y, lejos de ayudarla a pensar, la estupidiza.

Ello no es gratuito ni casual: la prensa en Mendoza —salvo honrosas excepciones— hace todo eso de manera adrede, para tapar y encubrir a los verdaderos facinerosos que han devastado la provincia.

No se trata de uno o dos, sino de muchos tipos, que abrevan en diferentes partidos políticos, y que no creen en ideologías sino en negocios. Muchos de ellos son manejados por otros bribones de la talla de Daniel Vila y José Luis Manzano. Que a su vez controlan a jueces, fiscales y periodistas de dudosa reputación. Pocos zafan.

Unos, la mayoría, se dejan manejar por dinero o migajas de participación en los negocios espureos; otros, los más, lo hacen por el mero temor que les dan esos —y otros— nombres.

No obstante, ello no debería generarles miedo, sino bronca y desazón, porque son los que han saqueado Mendoza y la dejaron en la situación que vive en la actualidad. Son sanguijuelas, que solo saben vivir del dinero que genera el Estado con sus impuestos.

Por caso, algunos de esos tipos fueron cómplices en la quiebra de los bancos de Mendoza. Pero ninguno está preso. Básicamente porque, como se dijo, la justicia la manejan los mismos que se han robado todo.

Entonces, en ese contexto, aparece un diario como Mendoza Today, que no admite presiones —y las tiene a diario—, ni imposiciones, ni condicionamientos. Y publica lo que hay que publicar. Y todos se preocupan y desconciertan. Y se preguntan: ¿A quién responden estos tipos?

Porque Mendoza es así, todos responden a alguno, o algunos. Y todos duermen tranquilos sabiendo a quién responde cada empresario de medios. Es la llave mágica del termostato que permite calibrar la información en la provincia.

Pero este medio no opera con esa lógica, y ahí aparecen las preocupaciones. A uno se lo han preguntado millones de veces: “¿A quién respondés? ¿Por qué siempre les pegás a todos? ¿Por qué no perdonás a nadie?”. Entonces el interrogante se responde por sí solo. Porque, si uno se mete con todos, ¿no es obvio que no pertenece a ninguno finalmente?

No hay mayor misterio. A uno le han buscado todo lo que se pueda buscar: amantes, cuentas secretas, padrinos políticos, vínculos con los servicios de inteligencia, etc… pero no le han encontrado nada de nada. Porque no hay nada escondido. Uno vive de su trabajo. E incluso suele no llegar a fin de mes. Como cualquier hijo de vecino.

En 2012, cuando uno denunció a Amado Boudou, entonces vicepresidente, en el marco de un expediente que lo llevó tras las rejas, quien escribe estas líneas fue destinatario de un oportuno informe del programa ultra K “678”. Lo curioso es que, al no poder encontrarle nada de qué acusarlo, le tuvieron que inventar situaciones insólitas, que más temprano que tarde se demostraron falsas.

Por eso, ahora mismo, a los que llaman inquietos, y los que se preocupan por los “intereses ocultos” de este diario, uno les dice lo obvio: la única intención de Mendoza Today es hacer periodismo. Solo eso. Lo que se publica es de interés público y está recontra chequeado. Y el dinero que lo mantiene puede verse en las publicidades de su propia home. 

A esta altura es preocupante tener que aclarar tal cuestión. Porque denota la situación que vive el periodismo en Mendoza. O, mejor dicho, la inexistencia del trabajo periodístico.

Una anécdota final, que ayudará a entender un poco mejor la perversa lógica de la provincia: hace unos meses, un reputado intendente del Gran Mendoza ofreció a este periodista la pauta oficial de su comuna. Luego se arrepintió argumentando no le daban los números. Uno lo entendió perfectamente, porque son cosas que saben suceder.

Lo curioso es que, meses más tarde, en un evento oficial, el mismo mandatario comunal se sinceró con este cronista: “Gracias por no matarme, pensé que me ibas a destrozar por no darte pauta”.

Uno prefiere guardarse la respuesta que brindó aquel día a ese intendente. No es lo relevante, sino la lógica con la cual se mueve el periodismo mendocino. A través de la más pura extorsión.

Ciertamente no es ningún secreto: uno ha trabajado en grandes redacciones de la provincia y lo ha vivido en carne propia.

Por eso, luego de tanto trajinar, uno decidió fundar Mendoza Today. Sin ninguna intención de competir ni barrer a los demás medios, solo con la humilde pretensión de informar.

Pocos lo recuerdan, pero alguna vez, allá lejos y hace tiempo, eso mismo es lo que hacían los periodistas.

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