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El Kun Agüero contó que tuvo miedo de morirse y bromeó con el chip que lleva puesto

El exfutbolista argentino relató por primera vez los detalles de lo vivido cuando sufrió una arritmia en pleno partido con el Barcelona, tras lo cual debió abandonar el fútbol. Sus horas en el hospital y la confirmación de que ya no podría volver a jugar.

Sergio “Kun” Agüero contó por primera vez todo lo que vivió desde que sufrió una arritmia en pleno partido con el Barcelona, hasta que anunció de manera oficial que debía dejar el fútbol. Las internaciones, la incertidumbre de las primeras horas, las noches en la clinica y el miedo a morirse.

El exfutbolista le contó todos a sus seguidores en un vivo que hizo por Twich, donde además mostró la herida que le quedó en el pecho por el chip que le colocaron para chequear su frecuencia cardíaca, con lo que bromeó: “Me pusieron un chip, de noche tiro luces de colores, soy Iron Man… Es buenísimo”

Agüero, de 33 años, explicó luego que “si se me acelera, le salta al médico”, y más tarde volvió a bromear: “Para mí fue Sofi (NdR: Sofía Calzetti, su novia) que me puso un chip para ver donde ando”.

Yo me retiré el 15 de diciembre. Comenzamos a recordar qué pasó: el 15 de diciembre anuncio que me retiro, ya saben por qué, me vieron, me retiré, bueno, listo:no puedo jugar más en alta competencia, así que lo mejor era hacer pádel, tenis…. pero igual me dijeron que por un mes intente hacer poco a poco.

Después vine a Buenos Aires, a la despedida fue mucha gente, yo estaba tranquilo, una semana o 10 días antes me habían avisado, ya me venían didiciendo que probablemente debería dejar, pero todavía yo no lo asumía, pero me venía preparando para ese momento, y cuando me dijeron que era el fin, que tenía que decirlo, estaba tranquilo. Me fui a Abu Dhabi a distraerme un poco y el día de la despedida estaba tranquilo, iba a dar una charla normal, iba a decir lo que me pasó, lo que sentía y agradecer a la gente por el apoyo.

Estábamos con Laporta antes de salir a la charla y cuando vi la escalerita y mi silla, no sé por qué me quebré, me quebré… se ve que venía aguantando todo eso y me puse a llorar y nada que ver, lo abracé a Laporta, ¡cualquiera! y Laporta bien, estaba ahí conmigo.

Tenía que salir yo, pero no quería. Me cuesta, no soy de llorar, no quería que me viesen así, y Laporta me decía que tenía que salir a hablar y claro, nada, no pude y tuve que salir y por eso me quedé un ratito esperando a calmarme. Después empecé a pensar que tenía que estar relajado y me relajé.

Pero una cosa es cuano ote dicen por teléfono o personalmente que te vas a retirar, que tenías que hacerlo y bueno, yo decía ya está, pero ese día fue re jodido, re difícil.

Los primeros 15 días la pasé re mal y ya que estamos les cuento, porque por ahí no se sabía nada de mí: cuando me agarra un sábado la arritmia en la cancha, yo quedo internado en el Hospital. A todo esto, yo me imaginé que sí, se me aceleró el corazón un poquito, pensé que era una boludez y que me iba a curar, pero cuando estaba en el Hospital y me meten en esa salita de terapia intensiva o no sé qué es, capaz estoy exagerando, pero es una sala privada, rara, con unos monitoreos, que vos te das cuenta que la cosa no está siendo del todo bien, pero a mí me decían que estaba bien, pero nadie podía venir a verme y ahí dije: ‘Raro’.

Entonces en esa sala veo que ya me ponen todo, me dicen que me iba a quedar una noche y yo pensé que era por control, estaba bien… Al otro día me levanto, todo bien, era el mediodía, tarde, no me decían nada, no me decían que me podía ir, y a la tardecita me dice el médico que me tenía que quedar una noche más y yo digo, ‘la puta madre’, una noche más y ahí pensé que algo estaba pasando, ahí me empecé a poner nervioso porque yo me quería ir a mi casa.

El lunes a la mañana me levanté, llegó la enfermera y me dijo que me iban a tener que trasladar a una clínica privada para poder hacer un chequeo más profundo. Yo no lo podía creer, pero me la veía venir entrando al quirófano y digo bueno, una más, yo ya había estado en un quirófano con la rodilla.

Bueno, voy a la clínica, me hacen el control más profundo, ahí chequearon todo y empieza el show para ver qué pasa. Estuvimos un bien rato y despues termina tdo, yo estaba en la cama tranquilo, relajado después de todo, que fue larguísimo.

(En este momento el “Kun” habla con alguien que no aparece en el plano) ¿Puedo contar lo que me hicieron? Sí, no pasa nada, corta la bocha… hay que decir las codsas como son. Bueno, ahí adentro, mientras me chequeaban el corazón, no encontraban cuál era el problema, entonces el médico me dice que me iba a hacer los ataques de arritmia, yo estaba re cagado, ya iba una hora y cuarto o y media, yo quería que me sacaran de ahí, no quería saber más nada, pero tuve esa sensación en la que dije: ‘ya está, ya fue, si me tengo que ir, me voy’, no puedo hacer más nada, estaba todo anestesiado…

Y el médico me dice: ‘la última’, yo le dije que ok, y me dijo que me iba a porovocar tres ataques de arritmia. Yo ya estaba liquidado. A todo esto me pusieron como unas chapas con las que te tiene que reanimar, yo decía ‘¿qué estoy haciendo acá? Estos me quieren parar el corazón’. En ese momento te pinta el cagazo, ves que vienen con esas dos chapas, peor, dije ‘me entrego’, y bueno, ahí fue que me hace los tres ataques.

Me hace la primera y yo ya estaba re canchero, como diciendo ‘ya está, haceme lo que quiera, poneme el corazón a cien mil que en algun momento va a explotar’. Me hace la primera, le digo que no. Me hace la segunda y yo le hago señas como más o menos. Ahí me hace la tercera y esa, cuando me la hizo le dije que parara, que esa era. Ahí terminó todo, yo pensé que ya habían visto qué era, me voy a mi cuarto, estoy ahí con mi vieja y con Sofi, re tranquilo, relajado y de repente me empecé a marear, a poner nervioso, me levanto y le digo a Sofi: ‘Llamá al médico’

Sofi no encontraba el botón, me preguntaba qué me pasaba, en un momento Sofi se va corriendo del cuarto y mi corazón empezó a acelerarse, vino mi vieja, me tocó, sabía que estaba yendo rápido. Ahí me tuve que relajar para que se calme y de repente se tranquiliza el corazón otra vez. Ahí llegó la enfermera con el cochecito y con Sofi, me pregunta qué pasa, le digo que se me aceleró el corazón, me dijo que estuviera tranquilo, que eso podía pasar, yo pensé que por qué no me lo dijo antes, con el cagazo que me pegué.

Al otro día me fui a casa y ahí fue que no podía hacer nada, ahí me llamó el médico, ellos empezaron a chequear todo, a mí no me habían dicho nada y bueno, después todo lo que pasó.