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Denuncian que CIMESA no cumple con los servicios de salud que promete en Mendoza

No se trata de un señalamiento, ni dos, ni tres. Son múltiples y variados.

Todo empezó con un mensaje que llegó a este diario, luego fueron dos, más tarde tres. A lo largo de las últimas semanas, llegó a la la veintena de quejas.

“Tenemos graves problemas en Cimesa, prepaga de salud que desde hacen más o menos 4 años no cumple con ninguno de sus servicios de salud y eso que pago 15 mil pesos por mes”, decía una de las quejas, de una mujer llamada Viviana.

Otra, llamada Graciela, contó: “Soy socia de Cimesa hace 25 años. Hoy no tenemos servicio de emergencia. No hay farmacia, solo la de ahí que no tiene nada. Ningún médico nos recibe. Solo la corrupción interna es la culpable del trato inhumano que sufrimos”.

Algo similar dijo Guillermo: “Hace 27 años estamos pasando un situación muy mala con Cimesa, tenemos urgencias médicas domiciliarias, no tenemos farmacias que la reciban y los médicos en forma particular nadie la recibe, las clínicas que nos han dejado son las más precarias de Mendoza, cansados de que las autoridades no nos den explicaciones!!”.

Una de las denuncias más graves, llegó proveniente de una mujer llamada Cristina: “Soy socia de esta medicina prepaga desde hace 40 años y en este momento tengo 72 años y estoy prisionera por la edad no puedo ingresar a ningún otro lugar ,mí último inconveniente fue que fui operada de tiroides en el 08/21 en la clínica Montes que ya en ese momento tuve problema porque me suspendieron la operación por falta de pago, después de varios inconvenientes logré que me la hicieran y cada tres meses tengo que ir a control y este mes no me recibieron la orden tuve que pagar $3000.- y en Cimesa no me reintegran nada ,yo estoy jubilada y creí que a la vejez podría estar un poco más protegida en mí salud ,este ha sido mí último problema, no puedo comprar remedios porque están suspendidos en las farmacias“.

Una tercera denuncia llegada a este medio, de una jubilada de nombre Natalia sostuvo: “Tengo amparo y aún así no me cumplen, con certificado de discapacidad también y tampoco me cumplen”.

Frente a lo antedicho, Diario Mendoza Today decidió acopiar las quejas y los documentos que respaldaban esas quejas. Sobre la base de ello, este medio pudo determinar que:

1-Cimesa dejó de pagar al hospital Italiano y al hospital Santa Isabel de Hungría. Hoy esos servicios son cubiertos por otras clínicas, de menor “calidad”, como Santa Clara, Esperanza y San Dona.

2-Desde octubre, ninguna farmacia recibe las recetas de Cimesa.

3-Obligan a los afiliados a solicitar recetas todos los meses a sus propios médicos.

4-En muchos casos, no tienen en cuenta las historias clínicas de los propios afiliados.

5-Hay muchos otros incumplimientos, de diversa índole.

Ello ha llevado a que algunos de los damnificados hayan decidido recurrir a la Justicia. Uno de ellos le explicó a este diario: “Hoy hablé con mi abogado porque además de presentarme ante la Superintendencia de Salud deseo presentar un recurso de amparo ante un juez”.

No es el único caso. Otra mujer explicó a este diario: “Pago por mes al 100 % una cuota de casi $ 15. 000 y no recibo nada, ello me obliga a judicializar el tema”.

La misma afiliada contó a Mendoza Today que fue personalmente a Cimesa, preguntando por las máximas autoridades y le dijeron que la mayoría estaba de vacaciones. Puntualmente buscaba hablar con el presidente de la firma, José Lodovico Palma, o Eduardo Albi, secretario. Pero le dijeron que no atienden personalmente. Apenas sí logró que la atendiera una tal Celia Martínez, quien le aseguró que las historias clínicas sí servían, “pero debemos tener una receta para cada medicamento”. Una burocracia innecesaria.

A su vez, la mujer le confirmó que solo podía internarse, en caso de urgencia, en las clínicas San Dona, Francesa, Esperanza y Santa Clara. Refrendando que el Italiano y el hospital Santa Isabel de Hungría no prestan servicios a esa empresa.

Entretanto, las quejas de los afiliados se van sumando en redes sociales, sobre todo en Facebook y Twitter. Y cada vez son más.