Mario García

El caso Munives, la corrupción mendocina y el poder del periodismo de investigación

Hora de barajar y dar de nuevo.

El escándalo que derivó en la eyección de Roberto Munives como jefe de la Policía de Mendoza, dejó varias lecturas. La primera: la corrupción nunca es impune. Paga siempre, más temprano o más tarde, pero paga.

La segunda: cuando las papas queman, ningún funcionario logra ser protegido por los gobiernos de turno. A todos les sueltan la mano en algún momento. Por una cuestión de supervivencia.

La tercera: el periodismo de investigación es indispensable a la hora de mostrar lo que el poder intenta esconder. No importa si se trata de oficialistas u opositores.

La cuarta: los medios de Mendoza son un desastre. Salvo honrosas excepciones, como siempre. Pero los grandes, los más conocidos, lejos de hacer su trabajo terminan siendo amanuenses del gobierno. De los diferentes gobiernos.

Jamás cuentan nada, y cuando lo hacen, siempre es de manera acotada y tendenciosa. El porqué se ha mencionado millones de veces: la pauta oficial. El dinero todo lo puede y todo lo compra.

La plata genera un efecto sorprendente, una suerte de amnesia que hace olvidar a los medios cuál es su función. Ni más ni menos que informar. Esto es, dar a conocer los hechos que ocurren en la provincia.

¿Qué hubiera sucedido si Mendoza Today no daba a conocer lo ocurrido con Munives? ¿Alguien más lo hubiera hecho? La respuesta es obvia: no. Ni siquiera en estas horas los medios se animan a contar la película completa, que involucra a una treintena de personas e incluso a otros policías.

Un dato importante, desconocido hasta ahora: casi todos los medios recibieron la misma información que este diario hace una semana, pero ninguno se animó a publicarla. Ni siquiera comenzar a chequearla.

Eso solo resume todo. Porque, si los medios no se animan a hablar de un tema tan grave, ¿cuál es su función? Peor aún: ¿qué otros temas nos están ocultando a sabiendas ahora mismo?

Lo sucedido con Munives acaso sea una perfecta excusa para volver a plantear la función del periodismo en Mendoza. Ese que describen muy bien todos los manuales, pero que nadie parece dispuesto a leer en la provincia.

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