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Fiscalía mexicana sostiene que el expresidente Peña Nieto dejó crecer a un peligroso cartel narco

La Fiscalía de México sostuvo que el expresidente Enrique Peña Nieto (2012-2018) no combatió lo suficiente al Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), que se expandió con cierta complacencia desde 2011 cuando se escindió el de Sinaloa, según los datos recopilados por la Unidad de Transparencia, que dejan al descubierto que fue el menos perseguido durante su mandato.

Según el último informe elaborado por la Fiscalía, de las 3.476 personas vinculadas con el crimen organizado y los carteles del narcotráfico que fueron detenidas durante la gestión de Peña Nieto, solo 225 estaban relacionados con el grupo que lidera Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”.

Solo el Cartel de Sinaloa, 219, y La Familia Michoacana, 189, organizaciones criminales con mucho menor recorrido, han sufrido menos arrestos que el CJNG.

En contraposición, fueron Los Zetas, con 1.099 detenidos, el Cartel del Golfo, con 893; Los Caballeros Templarios, con 493 y Los Beltrán Leyva, con 344, las organizaciones más perjudicadas por Peña Nieto.

De acuerdo con el analista de seguridad consultado por el diario mexicano Milenio, Eduardo Guerrero, el auge de CJNG comenzó en los últimos años del gobierno de Felipe Calderón (2006-2012), produciéndose un “gran descuido” durante el sexenio de Peña Nieto.

“Realmente creció desproporcionadamente”, remarcó.

Según la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA), el CJNG tiene presencia en 23 de las 32 entidades federativas (estados) del país, extendiéndose con mayor rapidez sobre el centro y norte de México, donde utiliza las aduanas de Tijuana, Juárez y Nuevo Laredo, así como el puerto de Manzanillo, para traficar sustancias ilícitas, recogió la agencia de noticias Europa Press.

“El CJNG se proyecta, mueve mucha gente a Guanajuato, Puebla e Hidalgo, para empezar a profesionalizar la industria de robo de combustible. A partir de ahí, es cuando se vuelve un cártel próspero, además de que ya tenían el negocio de exportación de drogas a Estados Unidos”, explicó.

El CJNG, que cuenta actualmente con una treintena de grupos criminales subordinados y una veintena de socios menores, ha logrado asentar una importante base social gracias a su influencia en la política local o por episodios como los vividos durante la pandemia de coronavirus, cuando repartieron alimentos y electrodomésticos en la zonas rurales con fines proselitistas.

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