Christian SanzPortada

Una foto que regresa, una ministra mendocina de novia, y ¿qué empresario local operó el Martín Fierro de Crónica?

No es ningún secreto: las PASO fueron un capricho pergeñado por Néstor Kirchner luego de que, en 2009, el empresario colombiano Francisco De Narváez le propinara una dura paliza en las elecciones de medio término.

Ciertamente, ayudó a que ello ocurriera que Martín Sabbatella jugó su propia partida en la provincia de Buenos Aires, quedándose con una porción de los votos que hubieran recalado indefectiblemente en las preferencias kirchneristas.

Como sea, la ley que impulsaron los Kirchner terminó oficiando como un incómodo corset del cual ningún gobierno ha logrado deshacerse.

En la práctica no sirve para nada, porque los principales partidos políticos siempre ponen a sus candidatos “a dedo”. Ergo, las primarias terminan oficiando como una gran encuesta nacional, carísima por cierto. Que arroja números similares a los que terminan apareciendo en las elecciones generales.

Lo antedicho viene a cuento de lo que ocurrirá este domingo, donde las urnas regalarán cifras muy similares a las de las PASO de septiembre, acaso más adversas que aquellas para los K.

Para conocer la fotografía de lo que ocurrirá en unas horas, hay que recordar lo sucedido en 2019, cuando las primarias de entonces representaron una verdadera paliza para Juntos por el Cambio: el Frente de Todos se llevó un 47,79% de las preferencias por sobre el 31,80% que le quedó a la ahora oposición.

Pocos meses más tarde, en las generales, los números culminaron de manera similar: 48,24% por un lado, y 40,28% por el otro.

Lo que se verá este domingo es una foto similar, pero invertida: ahora las preferencias apuntan a Juntos por el Cambio en detrimento del Frente de Todos.

Luego de ello llegará la obvia radicalización del gobierno, que provocará dos fenómenos heterogéneos: por un lado, la exteriorización de la desesperación de Cristina Kirchner por cerrar las causas judiciales que la aquejan. Principalmente el expediente Los Sauces/Hotesur, donde aparece complicada su hija Florencia, que carece de fueros en caso de que a la Justicia se le ocurra dictarle prisión preventiva.

Por otro lado, seremos testigos de un momento histórico: la muerte del kirchnerismo/cristinismo. Con el consecuente regreso del peronismo tradicional.

Será el cierre de un ciclo que arrancó en 2001, con la caída de Fernando de la Rúa y la aparición del slogan “que se vayan todos”. Que no sirvió de nada, porque nadie se fue finalmente, y los políticos que gravitan en el país son los mismos de siempre.

Esa movida popular permitió la llegada de Néstor Kirchner al poder en 2003, con todo lo que ello representó. Una nueva forma de peronismo “populista” que se mostró en las antípodas de lo que fue el menemismo en los 90, ultra liberal. Otro experimento fallido.

Habrá que ver en qué se convertirá el PJ ahora, luego de la caída de los K. Su increíble versatilidad no permite anticiparlo. Siquiera imaginarlo.

Lo único similar entre aquello ocurrido hace 20 años y ahora es el regreso del “que se vayan todos” que la ciudadanía pronuncia, no ya en pancartas, sino en redes sociales.

Hablando de cuestiones que perecen, todo indica que también se derogarán las PASO, en el mediano plazo. Uno de los pocos tópicos en el cual hay consenso entre oficialismo y oposición.

No es poco.

Mendoza: una ministra de novia y un empresario que pagó un Martín Fierro

En Mendoza, todo es un dogma de fe: Cambia Mendoza confía en que ha ampliado la brecha con el peronismo respecto de los números que dejaron las PASO.

Por su parte, el PJ confía en haber achicado la brecha que se dejó ver en aquellos días de septiembre.

Lo único que se conoce son los números del encuestador Aníbal Urios, de la firma DC consultores, siempre proclive a beneficiar a la UCR.

Sus números son estratosféricos en lo que refiere a las preferencias hacia tal partido: casi un 70% para el oficialismo provincial contra un 15% para la oposición. Habrá que ver qué dicen las urnas.

En otro orden de cosas, la comidilla de la semana ha sido el noviazgo de Mariana Juri con un ministro mendocino, cuyo nombre se omite mencionar, por decoro.

La alegría de la ministra de Cultura y Turismo no refiere solo a aquella cuestión: le han prometido que irá como primera candidata en las elecciones de 2023, en la lista radical. Pobre ilusa.

Finalmente, un dato de “pasillo” que también explotó en los últimos días: se dice que un conocido e histórico empresario de medios de Mendoza “operó” para que canal Crónica ganara el Martín Fierro de oro.

Imposible comprobarlo… aunque nada descabellado. Sobre todo conociendo los detalles de aquel premio y los escrúpulos del empresario en cuestión.

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