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Mientras se mostraban “quebrados” en Mendoza, los Pescarmona armaban un entramado offshore de película

Los Pandora Papers siguen revelando tramas de novela. Que involucran a reputados empresarios argentinos, uno de ellos mendocino: Enrique Pescarmona, quien fuera presidente durante 50 años de la empresa IMPSA, y que admitió que su empresa desembolsó USD 2,98 millones al Ministerio de Planificación Federal para el pago de coimas.

Ningún secreto: ante el fiscal Carlos Stornelli y el juez Claudio Bonadio, relató los problemas que tuvo la compañía durante el kirchnerismo, que lo marginaron de las licitaciones y habrían llevado a que la firma familiar terminara en quiebra.

En 2010, IMPSA había ganado la licitación para construir las dos represas de Santa Cruz, pero nunca obtuvo el financiamiento. Luego, el proyecto quedó en manos del empresario Gerardo Ferreyra, de Electroingeniería, y sus socios chinos. También relató que la supuesta injerencia del kirchnerismo en Venezuela, le impidió que prosperaran sus negocios en ese país. Pescarmona fue procesado por 13 casos de cohecho activo y embargado por $100 millones, una decisión que quedó firme en abril de este año, luego de que la Cámara de Casación Penal rechazara su apelación.

Según publica este lunes el portal Infobae, Pescarmona y su familia armaron un complejo entramado de sociedades offshore, que se amplió durante el kirchnerismo y se extendió hasta, al menos 2016.

De acuerdo al mismo sitio web, junto a sus hermanas, Silvia y Liliana, los empresarios figuraron como beneficiarios finales y accionistas de Insider Holdings Ltd, creada el 9 de julio de 2001 en las Islas Vírgenes Británicas por el estudio Alemán, Cordero, Galindo & Lee (ver al pie).

La sociedad se creó con el objetivo de ser “una compañía inversionista para adquirir y ser tenedora de acciones, obligaciones y títulos valores en general”. Los formularios que figuran en Pandora Papers indican que el “origen de los fondos” proviene de “honorarios como directores de sociedades anónimas y renta de inmuebles” de los beneficiarios finales.

Según Infobae, Enrique Pescarmona redistribuyó sus 25.000 acciones de Insider Holdings entre él y sus tres hijos en marzo de 2018, cuando ya había dejado la conducción de IMPSA. Esta offshore fue, a su vez, accionista de varias firmas panameñas vinculadas a la familia Pescarmona que se controlaban, como en un juego de mamushkas rusas, las unas a las otras.

“Pandora Papers revela que otra firma de los Pescarmona, Avondale Business – registrada en 1997-, intervino en un acuerdo extrajudicial por un monto que no podía ser inferior a USD 1.300.000, a pagarse en una cuenta de la sociedad en el MMG Bank Corporation, con sede en Panamá”, de acuerdo al mismo portal.

Tanto las offshores Insider Holdings como Avondale Business fueron accionistas de Servicios Integrales Internacionales SA, creada el 30 de julio de 2007, también en Panamá. Un acta de directores de esta firma autorizó la apertura de cuentas en esa misma entidad bancaria, y autorizó a Enrique Pescarmona y a dos de sus hijos a operarlas. A partir de diciembre de 2015, los titulares de las acciones de Servicios Integrales Internacionales SA pasaron a ser Enrique Pescarmona y su esposa, Lucy Pujals. El año anterior a ese traspaso en los papeles, Servicios Integrales había tenido otra offshore panameña como accionista, Sealong Overseas SA.

Como si se tratara de las capas de una cebolla, Insider Holdings Ltd y Avondale Business también fueron accionistas de Yelverton Trading, creada el 11 de marzo de 2009, también en ese país caribeño. Y a su vez, Servicios Integrales Internacionales y Avondale controlaron a Sitrack.com Panamá Ltda que, hasta el 1 de agosto de 2016, tuvo como accionistas a los hermanos Enrique, Liliana y Silvia Pescarmona.

Mientras la red offshore de la familia Pescarmona se expandía en paraísos fiscales, IMPSA atravesaba una crítica situación financiera que, en la actualidad, acumula una deuda de USD 560 millones. Tras el escándalo de los cuadernos de las coimas, el Estado nacional y la provincia de Mendoza salieron al salvataje de IMPSA por su crítica situación financiera. Se desembolsaron este año USD 15 millones para quedarse con el 67% de las acciones de la empresa.

La UIF había denunciado en abril de 2019 a Pescarmona porque detectó que el empresario tenía una cuenta bancaria en Suiza atada a una sociedad registrada en una jurisdicción británica, información que hasta la actualidad todavía está siendo investigada en el expediente de los cuadernos de las coimas. Las autoridades advertían que en esas cuentas familiares podría haber dinero correspondiente a sobreprecios en contratos públicos.

Ante la consulta de Infobae, allegados a la familia Pescarmona respondieron que “las sociedades comerciales que corresponden al holding y/o a sus accionistas obedecen sustancialmente a razones operativas ligadas a su actividad comercial internacional que desarrolla en distintos países de Latinoamérica”. Aseguraron que “han sido declaradas conforme la legislación aplicable para cada caso y época y supeditadas al contralor legal y tributario de los organismos de supervisión”. Sin embargo, no accedieron a mostrar al equipo argentino de ICIJ las declaraciones juradas que así lo acreditaban. “Dado el carácter confidencial y privilegiado de la documentación sentimos no poder compartirla”, argumentaron.

Sin mayores especificaciones, señalaron que “las sociedades fueron creadas en función de las necesidades operativas en la fecha de su formación y no todas se encuentran activas a la fecha”. En el entorno de la familia justificaron que el Grupo Pescarmona “tuvo en los últimos 50 años se expandió en muchos mercados, y las sociedades estuvieron vinculadas a las diferentes activos del Grupo en el mundo”.

Certificado de Insider Holdings Ltd, la firma creada en 2001 en las Islas Vírgenes Británicas cuyo dueños eran Enrique Pescarmona y sus hermanas

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