Christian SanzMendoza en foco

🤔 ¿Por qué en Mendoza los medios no hablan de Mendoza (y mucho menos sobre corrupción)?

Por Christian Sanz, director periodístico de Diario Mendoza Today.

Los medios de Mendoza no hablan de Mendoza. La mayoría de sus noticias refieren a Buenos Aires u otros lugares que no son justamente esta provincia.

Pero los mendocinos quieren saber qué pasa en Mendoza. Obviamente también les interesa saber qué pasa en otros lugares, pero ese interés es secundario. Lo principal es lo que ocurre en la periferia de donde residen.

Es casi una cuestión de sentido común: el ciudadano de a pie necesita tomar decisiones y, para ello, debe estar informado. La lógica indica que primero debe saber lo que acaece en su cercanía, luego a nivel nacional y, en tercer lugar, en el mundo.

A menos, claro, que haya un hecho conmocionante que obligue cambiar esa lógica, pero son excepciones puntuales. No son la norma, ni mucho menos.

Los medios en general van perdiendo el norte, y la brújula está a la vuelta de la esquina. Cualquier manual de periodismo oficia a tal respecto.

En Mendoza, ello se potencia hasta el infinito, porque no solo hay una fuerte carencia a la hora de saber hacer periodismo —salvo honrosas excepciones, como suele decirse— sino que también hay duros condicionamientos que se dan a través de la pauta oficial del gobierno. Los diferentes gobiernos que se suceden, en realidad.

Entonces los medios no informan, sino que lo hacen en función de no molestar a los que mandan en la provincia. ¿Los lectores? Bien, gracias. A nadie les interesa.

Diario Mendoza Today llegó para quebrar esa perversa lógica. O al menos para intentarlo.

Con la premisa básica del periodismo: informar. Sin dobles sentidos. Ninguna intención de extorsionar a cambio de pauta —terrible costumbre de los medios locales— o de callar para agradar al poderoso de turno.

Los lectores parecen entenderlo y lo premian con sus crecientes visitas a nuestro medio y sus permanentes comentarios. Incluso con sus críticas constructivas.

Más temprano o más tarde ello contagiará a los demás colegas, y el periodismo volverá a ser lo que fue alguna vez. Un vehículo para informar a la sociedad y ayudarla a tomar mejores decisiones.

También volverá a ser un “fiscal” implacable de los que manejan la cosa pública. Para que lo hagan de la mejor manera posible.

Porque, como dijo alguna vez Juan Domingo Perón, “el hombre es bueno… pero controlado es mejor”.

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