Christian SanzPortada

El nuevo papel de Alberto, el negociado que complica a Massa, y siguen los curros de Evo en Guaymallén

La columna política semanal de Diario Mendoza Today.

Pasan las semanas y el Frente de Todos no logra recuperarse de la paliza de las PASO, aunque sus referentes intenten demostrar lo contrario desde lo discursivo.

Siguen sin dar “pie con bola”, como les ocurre a aquellos a los que les dieron una bofetada y demoran en reaccionar. La situación es idéntica.

A pesar de la llegada de los Juan Manzur y los Aníbal Fernández, y todo lo demás, los K no atinan. El propio Alberto Fernández, que había abandonado el foco de atención, volvió a mostrarse híperactivo, en el marco de una improvisada reunión de gabinete.

¿Qué buscó demostrar el presidente? ¿Acaso le está preocupando la incesante avanzada de su jefe de Gabinete?

Todo indicaría que no, ya que mañana lunes irá a su provincia, Tucumán, a inaugurar una fábrica de dulce de batata (no es chiste). En el marco de una agenda que lo llevará por diversas provincias.

Incluso se prevé que en unos días recale en Santiago del Estero, distrito gobernado por uno de los personajes más cuestionados de la política, Gerardo Zamora.

Por su parte, Manzur trabaja sin descanso en lo que será el armado del acto del 17 de octubre, el Día de la Lealtad Peronista. Allí, Alberto será el orador principal del evento. En un intento por recuperar la mística perdida.

No le alcanzará. Por ello, los K han pergeñado el nada original plan “platita para todos”, una fórmula que es la esencia misma del populismo, en cualquiera de sus formas. Locurioso es que el kirchnerismo lo aplica sin ningún disimulo.

Pareciera desconocer lo básico, aquello que todos los manuales de política, en todos los lugares del mundo, advierten: el mecanismo no funciona si se exponen las intenciones de antemano. ¿Quién votaríaa candidatos que le toman el pelo a la gente, que solo aportarán dinero para ganar votos, sin pensar en el día después?

La falta de pericia en este tópico —que fue coronada por Axel Kicillof con sus “viajes de egresados”— se refleja en la caída de la imagen del jefe de Estado en las encuestas.

A pesar de las promesas de plata, la valoración de Alberto persiste en derrumbarse, con un récord de casi 70% de imagen negativa de acuerdo a la última medición de la firma Management & Fit. Una real tragedia, pocas veces vista.

La duda que carcome ahora mismo al peronismo es, ¿qué ocurrirá si se repiten los números de las PASO? ¿Qué sucederá el día después? ¿Intervendrá Cristina el gobierno “de facto”?

A ello se suma otro interrogante, aún más inquietante: si se pierde por paliza, regalando dinero y todo, ¿cómo se podrá gobernar durante los dos años restantes? Ya no hay mucho más para inventar.

Para colmo, poco a poco el Ministerio de Seguridad se va llenando de personajes impresentables, que llegan de la mano de Aníbal Fernández. Nombres que este cronista fue anticipando a través de la red social Twitter (ver al pie).

Principalmente dos: Lucas Gaincerain, quien fue designado como jefe de Gabinete; y Mercedes Lagioiosa, que fue oficializada como secretaria de Seguridad.

Lo de Gaincerain directamente no se entiende: ¿Por qué contrataría el gobierno a un personaje plagado de denuncias por corrupción?

No es el único cuestionado que vuelve al Estado: Marcelo Saín está por ser acomodado por Aníbal en algún conchabo dentro del área de Seguridad. A pesar de su errática gestión en Santa Fe y sus desaguisados como titular de la PSA en el pasado.

Hablando de anticipos, se cumplieron otros dos que reveló quien escribe estas líneas: el primero, el desembarco de Sabina Frederic en Cancillería, más puntualmente en los Cascos Blancos.

El segundo, que Cristina sería sobreseída en el expediente que investiga el memorándum con Irán. Acaso la única alegría para la vicepresidenta en los últimos tiempos. Que le durará poco, ya que está por regresar otra causa molesta para ella: la que pone en duda su título de abogada.

En otro orden de cosas, la primicia de Diario Mendoza Today respecto del allanamiento de la Justicia en AySA tuvo una repercusión inusitada. Acaso motorizada por los enemigos de Sergio Massa, quien hizo todo lo humanamente posible para que ello no trascendiera.

Dicho sea de paso, está a punto de destaparse un hecho de corrupción que involucra a la empresa de aguas bonaerense, que comanda Malena Galmarini, esposa del presidente de la Cámara de Diputados.

Refiere al Club Canottieri Italiani de Tigre, el cual está siendo refaccionado merced a ocultos desvíos de dinero de AySA.

El dato es que su presidentaFlorencia Colman, es amiga de la infancia y mano derecha de Galmarini. A su vez, es pareja de Lázaro Flores, puntero político y quien maneja parte de la barrabrava de Tigre. De más está decir que es soldado de Massa.

Todo tiene que ver con todo, como suele decirse.

Evo Morales, lavado de dinero y complicidad política

En esta provincia, el escándalo del momento lo destapó Diario Mendoza Today hace un par de semanas. Refiere a los negocios de un testaferro de Evo Morales llamado Florentino Daniel Paco, dueño de una constructora llamada Idandi, que opera en Guaymallén violando todas las normas conocidas. Con la complicidad rentada de los principales funcionarios de ese departamento.

Frente a las revelaciones de este medio, en el distrito gobernado por Marcelino Iglesias optaron por el silencio total. Con la orden estricta de no hablar al respecto. Es curioso, ya que las filtraciones a este diario llegan desde aquella municipalidad.

Lo llamativo es que los curros del prestanombres de Evo no son nuevos ni novedosos, vienen del año 2010 por lo menos. El tuit al pie de la presente lo muestra claramente: la fecha no deja mentir. Tampoco la burlesca cuota de ostentación.

La añeja presencia de Paco en Guaymallén expone la incómoda complicidad, no solo de los radicales, sino también de los peronistas. Porque antes de Lobos estuvo comandando esa comuna Luis Lobos; y antes de él, Alejandro Abraham. Ambos de raigambre pejotista.

Una digresión al respecto: este cronista posee varias carpetas con documentos que esperan por un fiscal independiente que se anime a investigar lo antedicho.

Fuera de los hechos de corrupción, que este diario viene publicando en completa soledad, el único hecho político de relevancia que se dio en las últimas horas fue la Fiesta de la Ganadería, que careció de toda novedad.

Todo lo que se dijo era previsible. Desde el pedido que le hicieron al gobernador Rodolfo Suarez hasta la respuesta que este brindó. Nada nuevo bajo el sol.

Era previsible: en plena campaña electoral nadie se anima a optar por algo más que la mesura. Si hubo alguna rosca, esta estuvo bien lejos de las cámaras y los flashes.

Finalmente, hay que decir que quien no pasó un buen momento fue Alfredo Cornejo, duramente increpado por viñateros alvearenses, furiosos porque no permitió votar en el Congreso Nacional la ley de jubilación anticipada que los beneficia.

El exgobernador mendocino terminó callando a uno de los que lo cuestionaba, de mala manera. El video no lo ayudará en la campaña, ciertamente.

Noviembre está a la vuelta de la esquina. Mejor pasar desapercibido.

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