No es chiste: un adiestrador de perros y una vidente buscan rastros de dos mujeres desaparecidas en distintas situaciones en Mendoza.
Las familias de las víctimas decidieron contratarlos frente a la desesperación que provocan los pocos avances en las investigaciones criminales.
La semana pasada, según publica hoy diario Clarín, el adiestrador Marcos Herrera viajó desde Rio Negro a Mendoza a pedido de la familia de Viviana Luna (45), desaparecida en Potrerillos en 2016.
“Con un equipo de adiestradores y siete perros, halló huesos humanos y anotaciones en un cuaderno viejo con posibles vinculaciones de trata de personas, que hicieron ilusionar a la familia de Viviana”, según explica el mismo matutino.
Como ya publicó diario Mendoza Today, los restos hallados fueron entregados a la fiscal Claudia Ríos, que es la encargada de constatar con estudios de ADN a quién pertenecen. Aún no se conocen los resultados de esos peritajes.
Como sea, el mismo grupo fue contratado por la familia de Abigail Carniel (18), posible víctima de femicidio, que está desaparecida desde el 15 de abril de 2021.
“En la búsqueda, que no cuenta con el aval de la Justicia, también participa el grupo mendocino Kuntik4 y la clarividente Verónica Contreras. El operativo se centró en los alrededores del Santuario Nuestra Señora de Lourdes, en la localidad de El Challo, en el municipio de Las Heras. Los lugares donde buscan alguna pista de Abigail fueron señalados por la clarividente. Sin embargo, esos sitios ya fueron rastreados por la Policía de Mendoza y la Justicia”, de acuerdo a la crónica de Clarín.
Los adiestradores calentaron algunas prendas de la joven desaparecida para concentrar los aromas y que la huelan los perros. “No hay una certeza del lugar pero hemos marcados unos puntos geográficos para buscar con los perros”, dijo Herrero.
“Nunca la buscaron y a esta altura no sé si lo harán. No sé si tendré respuestas. Estamos en el mismo punto del día en que desapareció”, dijo Verónica Carniel, la mamá de Abigail.
La última vez que la joven fue vista, viajaba en un micro y descendió en el barrio Sargento Cabral, en Las Heras.
Como se sabe, el día que desapareció, la joven había discutido con su mamá. Abigail se arrepintió, volvió a casa y se reconciliaron. Le pidió 200 pesos a su madre y le dijo que se iba a la casa de su amiga Nené.
Dos días más tarde, al regreso de un bar céntrico junto a Nené en un micro de la línea 353, Abigail bajó antes de su destino inicial. Caminó por el barrio Sargento Cabral y nunca más la vieron. Su amiga siguió rumbo a su casa, según la investigación judicial.
A los pocos días de la desaparición de Abigail, tres hombres fueron detenidos como sospechosos de su asesinato y desaparición, pero en agosto fueron dejados en libertad. Si bien seguirán imputados en la causa, las pruebas no resultaron suficientes para mantenerlos en prisión preventiva.
