Christian SanzPortada

El femicidio de Lucía, entre la ineptitud del gobierno de Suarez y el brutal aprovechamiento de la oposición

El femicidio de Lucía Fernández dejó varias conclusiones. Una de ellas es que persiste la pandemia de asesinatos de mujeres en la Argentina. Sin solución de continuidad.

Como uno ha sostenido en más de una oportunidad, no alcanza con cartelitos y marchas. Hace falta una política de Estado que incluya estadísticas fiables —hoy no las hay— y un trabajo educativo que comience en los primeros años de la enseñanza escolar.

Más allá de esto, que refiere al fenómeno en sí, en la política aún no han dado pie con bola respecto de lo sucedido con la adolescente de 15 años.

Por un lado, aparece el gobierno de Rodolfo Suarez, que insiste en esconder a sus funcionarios, aquellos vinculados con temas de Seguridad.

Roberto Munives, jefe de la Policía de Mendoza; y Raúl Levrino, ministro de Seguridad de la provincia.

Ambos fueron citados ya en siete oportunidades en la Legislatura local y jamás se han presentado. Ni una vez. A pesar de que, como se dijo, sigue el crecimiento de la violencia contra las mujeres.

Por el otro lado, aparece el peronismo mendocino, que aprovecha la tragedia para hacer política electoral de baja estofa.

Entretanto, la familia de Lucía sigue esperando Justicia. Mientras, mira con asombro cómo la política los tironea de un lado y del otro.

Nadie los ha llamado aún. Ni oficialistas ni opositores. Nadie.

Eso era lo importante. El gesto. El interés real por un caso conmocionante.

Lo demás, ¿a quién le importa?

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