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La emoción de un mendocino que fue sorprendido por Carlos Tevez

“Estoy con el N°1 y tiene ganas de ir a probar tus vinos”.

“Un miércoles cualquiera…” Así comienza la historia que Andrés Vignoni, dueño de una bodega, aún no pudo terminar de procesar.

Todo, según publica TN, ocurrió en Ruta 7 y Costa Flores, Luján de Cuyo, lugar que el miércoles por la noche visitó Carlos Tevez de manera inesperada para sorpresa de todos, fundamentalmente del hombre que contó lo ocurrido con un particular posteo en sus redes sociales.

“Anoche (tarde) me llamó mi amigo @diego.reyes.52643 y me dijo: ‘Estoy con el número 1 y mañana tiene ganas de ir a probar tus vinos’”, reza el posteo en su continuidad, y agrega como cierre: “Hoy la vida y el vino me regalaron otro momento único; conocer la enormidad de persona detrás del ídolo fue hermoso. Gracias @_carlitostevez y familia por la camiseta y las copas compartidas, son con seguridad las primeras de muchas!”.

Andrés Vignoni con Carlos Tevez (@andresvignoni).

A partir de esta publicación, que vino acompañada de imágenes de la visita de Tevez por la bodega, buena parte de Mendoza se revolucionó. Trascendió entonces que Carlitos está de paseo por esa provincia y que llegó manejando su propio vehículo, acompañado de su familia.

Tevez, alejado del fútbol desde que anunció su salida de Boca, el pasado 4 de junio, se dedica full time a su familia. Primero fueron vacaciones en Miami, a partir de lo cual se especuló con que su futuro deportivo podría estar en la MLS de los Estados Unidos, específicamente en el Minnesota United de su amigo Ramón Wanchope Ábila.

Pero lejos de oficializar cualquier vínculo con un club, el delantero siguió su hoja de ruta de descanso y por estos días lo hace en el hotel del Arena Maipú, donde disfruta con su esposa e hijos de, entre otras cosas, el turismo vitivinícola.

Andrés Vignoni y Carlos Tevez (@andresvignoni).

El futbolista fue la visita de lujo del lugar y dejó su marca con anécdotas, historias, charlas cordiales con los presentes y, claro, una camiseta de Boca que firmó en pleno ida y vuelta con Andrés, el incrédulo dueño del lugar, y a Diego Reyes, orfebre de la visita.

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