Christian SanzPortada

Usurpación y desaparecidos: la trama mendocina que complica a los primos de Macri

San Carlos siempre estuvo cerca.

A primera vista, Jesús Villegas parece un hombre hosco, huraño, áspero. Sin embargo, es todo lo contrario. Un buen anfitrión, abierto al diálogo y las preguntas. No esconde nada, ni pretende hacerlo.

Se trata de un ex suboficial que aseguró hace unos meses que en los polémicos campos de La Remonta, en Mendoza, había desaparecidos enterrados.

Se trata del campo de 7 mil hectáreas ubicado en Campo Los Andes, Tunuyán, y perteneciente al Ejército Argentino cuyas tierras se encuentra en venta.

Villegas prestó servicio en la compañía 8 de ingenieros de Campo Los Andes en el año 1983 y fue alertado por un superior de la presencia en el lugar de restos de desaparecidos.

En charla con Diario Mendoza Today, el exmilitar habla de ese tema y mucho más. Siempre con la pertinente documentación en sus manos.

Lo que tiene para contar es gravísimo, pero puede demostrarlo. Por eso quiere contarlo. Se trata de la presunta usurpación de unos campos ubicados en San Carlos que le pertenecen a su familia por parte de Fabio y Ángelo Calcaterra, primos del expresidente de la Nación, Mauricio Macri.

“Ellos han explotado el campo durante 10 años y tienen un problema, era un campo indiviso. A mi mamá, María Mercedes González, nunca le compraron y tomaron posesión y la corrieron”, sostuvo Villegas.

-¿Usted quiere que le devuelvan los campos, que se los paguen o qué?

-Ni que los devuelvan ni que los paguen a bajo precio. Que los paguen a precio que han tenido que pagar. Ellos han plantado 150 hectáreas de papa adonde hay 7 pozos clandestinos de agua que hicieron ellos.

-¿Cómo que hay pozos clandestinos?

-Sí, siete en total (despliega un mapa y los señala).

-¿Cómo aparecen los Calcaterra en la trama?

-Los Calcaterra compraron una parte, y la otra, la que es nuestra y está indivisa, la tomaron “de huevo”. Son 3.000 hectáreas en total y 800 son las nuestras. Los tipos llegaron y alambraron todo sin permiso.

-¿Cómo fue que alambraron porque sí?

-El día que metían la máquina, yo le hablé al que la operaba y le dije “no sigas porque está mi mamá y no quiere que le alambrés el campo”. Entonces me subí arriba de la máquina y se la paré, le expliqué que el campo era nuestro. Logré sacar la máquina.

Al otro día, lo mando a mi cuñado, que es de San Carlos, porque yo estaba acá, fueron con la máquina y con milicos. Le rompimos la máquina y le hicieron una denuncia penal. Es como si estuviera ahora en mi casa, que es mía, y viene un boludo y me saca para afuera.

-¿Tuvo contacto con alguno de los Calcaterra por este tema?

-El Fabio (Calcaterra) ha estado hablando con nuestro abogado porque quiere arreglar, pero está lo otro, para atrás, ¿cómo hacemos? Estamos hablando de 2 millones de kilos de papas por año durante 10 años.

-¿Cuando a usted le usurpan el campo automáticamente va a la justicia?

-Claro, nosotros fuimos a la justicia, que no hizo nada, tenemos todos los expedientes contra los Calcaterra. Hubo mucha plata para los jueces de Tunuyán. Acá la billetera es la que da poder.

-Entonces tenemos dos hechos diferentes, lo del campo, que se lo usurpan, y lo que le pasó a usted cuando lo secuestran en el Comando en jefe del Ejército.

-Sí, pero es lo mismo, porque mis padres se fueron del campo, no porque vendieron o se cansaron, sino por el problema mío. Y está asentado en los expedientes.

-Vayamos a ese tema: ¿A usted lo secuestran porque empieza a contar que hay desaparecidos en La Remonta?

-Sí, lógico. El juez de San Rafael, Acosta, le dijo al ejército que yo había hecho la denuncia en el 84. Me cortaron un dedo, me bajaron toda la dentadura, me quebraron el tabique de la nariz, me quemaron. Hoy tengo problemas en las piernas por las picanas.

-Luego lo dieron por muerto…

-Me dan por muerto en mayo del 87. Llegué a Buenos Aires y me dijeron que era una equivocación.

-¿Por qué cree que lo dieron por muerto?

-Porque acá está el tema del seguro de vida. Cuando a mí me secuestran dan la orden de matarme, pero como los que hacen el secuestro son compañeros míos no pasó nada. Pasaron dos años, yo no me presenté y dijeron “acá hay un seguro de vida” y empezaron con esto.

-¿Alguien cobró el seguro?

-Seguramente, el Ejército argentino.

-¿Qué pasó a nivel judicial?

-Nada. Acá el Dante Vega cajoneó la causa judicial.

-El Ejército dice que lo que usted llama “cárcel” dentro de La Remonta era en realidad una caballeriza.

-Ellos dicen que yo miento, que eso era una caballeriza, pero las fotos demuestran que no lo es. En la caballeriza empezaron a aparecer nombres en las paredes, también decía “Viva”, que es un código que tenían los subversivos durante la dictadura. Hay impactos de bala en la pared.

-¿Cómo es que sabe tanto?

-Cuando era suboficial, era mecánico en el Ejército. Me buscaban como chofer, y escuchaba todas las conversaciones. De ahí yo tengo tanto conocimiento.

-Luego de todo lo ocurrido, ¿qué espera hoy del Ejército?

-Que me la ponga toda, quiero todos los sueldos, porque en noviembre del 83 cobro el último sueldo. Después no cobre más, ahora quiero que me pongan todos los sueldos, grado por grado e indexado.

-Más allá de lo que le pasó a usted, veo que tiene una posición crítica hacia el Ejército durante la dictadura, ¿Por qué?

-En esos días, está bien que había extremistas, que había delincuentes, pero uno llegaba a un allanamiento y buscaba armas, pero después se metía a la pieza y violaba a tu mujer o tu hija. Eso es un abuso de autoridad. Si vos dudás de lo que te digo ándate al megajuicio y vas a escuchar los testimonios. Esos abusos de autoridad no se pueden seguir tapando. Yo quiero limpiar el ejército, por eso perdí mi carrera, por limpiar el ejército. Ellos mismos me secuestraron, me torturaron, me hicieron perder una carrera.

-¿Ha intentado hacer público el tema fuera de lo que son los medios de comunicación?

-Sí. Hay cartas documento de mi mamá, muchas, algunas a la hoy vicepresidenta de la Nación Cristina Kirchner, al exgobernador Francisco Pérez, al propio Calcaterra.

-También hizo público el tema a través del abogado Marcelo Romano.

-Romano me usó políticamente. Me hizo público y me dejó solo. Y es una causa muy delicada la mía, ahora tengo un problema con el gobierno y con el ejército. Con el gobierno porque los Calcaterra son primos hermanos del expresidente Macri.

-¿Algo más que quiera mencionar?

-Sí. La justicia tiene que darse cuenta de que lo que han hecho con nosotros en un desastre.

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