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La UE obliga al uso de un pase sanitario por temor a la expansión de la variante Delta

Con el objetivo principal de reactivar el turismo en el verano boreal, el documento certifica que el portador está completamente inmunizado con uno de los fármacos aprobados en el bloque, arrojó resultado negativo en un test reciente o ya superó la infección.

La Unión Europea (UE) lanza oficialmente el jueves su certificado sanitario con el objetivo principal de reactivar el turismo en el verano boreal, un documento exclusivo para viajes dentro del bloque, más flexible que su intención original, y que tendrá el reto de permitir una mayor libertad de movilidad en plena expansión de la variante Delta en el mundo.

El documento -que podrá ser exhibido en formato digital desde el teléfono celular con un código QR o impreso- certifica que el portador está completamente inmunizado con uno de los fármacos aprobados en el bloque, arrojó resultado negativo en un test reciente o ya superó la infección.

Las cuatro vacunas autorizados por la UE son las de Pfizer/BioNTech, Moderna, Johnson & Johnson, y AstraZeneca, aunque sobre esta última solamente se acepta la Vaxzevria que es la producida en territorio europeo y no la Covishield, fabricada en India y que llegó a más países a través del instrumento Covax.

Más allá de esto, a cada Estado miembro se le dio libertad de sumar otros inoculantes al listado y, por ejemplo, Hungría, Eslovaquia, Grecia y Chipre incluyen también la Sputnik V, mientras que otros aceptaron aquellas que recibieron el visto bueno de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y adhieren a las de Sinopharm, Sinovac y, ahora sí, la Covishield.

Al ser todos inmunizantes autorizados para su uso como emergencia y, por lo tanto no obligatorios, la UE tuvo que salir a flexibilizar los requisitos para emitir el pase.

 

Requisitos para el pase sanitario

En ese sentido, cualquier ciudadano europeo con un PCR negativo realizado de forma reciente, aunque no haya recibido la inyección, ya cumple las condiciones para obtener el certificado.

También para demostrar que está inmunizada, una persona puede proporcionar una prueba PCR positiva que revela su infección. La duración de la inmunidad es de 180 días máximo, pero los Estados pueden reducirla.

Ya desde su anuncio a mitad de marzo, las autoridades del bloque aclararon que se trata de un “certificado” y no de un “pasaporte sanitario”, ante la controversia que genera la idea de limitar libertades de movimiento en base a si se tiene o no una vacunación.

Sin embargo, este concepto no es nuevo y muchos países imponen la obligación de inocularse ante ciertas enfermedades para entrar en su territorio, como puede ser el caso de la fiebre amarilla.

En ese caso, los centros de salud entregan una cartilla amarilla, oficialmente llamada “certificado internacional de vacunación o profilaxis”, reconocida por la OMS.

El pase europeo permitirá viajar por los 27 países de la UE y cuatro países que se asociaron a la iniciativa (Islandia, Noruega, Suiza y Liechtenstein), aunque solamente en traslados internos. Aquellos que provengan del exterior deberán respetar las restricciones de acuerdo al país de origen, más allá que tengan pasaporte comunitario.

Si bien se supone que los portadores de un certificado no deberían someterse a cuarentena o un test adicional, aún es posible que un Estado miembro introduzca limitaciones si la situación del país o región de origen del viajero empeora.

En la UE hay cuatro vacunas autorizadas, pero a cada Estado miembro se le dio libertad de sumar otros inoculantes.

En la UE hay cuatro vacunas autorizadas, pero a cada Estado miembro se le dio libertad de sumar otros inoculantes.

 

Variante Delta

En ese sentido, la generalización de la variante Delta, detectada por primera vez en India, podría promover un nuevo “freno de emergencia” a esta iniciativa.

Esta mutación ya llevó por ejemplo a Alemania a incluir a Portugal, donde esta variante se volvió predominante, a su lista de países en riesgo que prohíbe prácticamente todas las llegadas desde este territorio.

El país más afectado dentro de Europa por esta cepa es el Reino Unido, desde el Brexit fuera de la UE pero origen de un gran flujo de turistas que buscan escapar de la isla hacia mejores playas y calor en el continente.

En ese sentido, un vocero de la Comisión Europea dijo el lunes que ambas partes “están trabajando” para ajustar los requisitos de viaje internacional en la pandemia, con el objetivo de tener documentos mutuamente aceptados.

Es que el objetivo principal del documento es reactivar el turismo tras la pérdida de la temporada el año pasado y, por eso, su implementación fue impulsada por los países que mayores ingresos obtienen de esta actividad como Grecia y España.

Por el momento, 20 miembros de le UE ya comenzaron a expedir y aceptar esos certificados que, de acuerdo a las autoridades en Bruselas, son una medida “temporal” que será suspendida en el momento en que la OMS declare el final de la emergencia sanitaria, pero que podría ser reactivado en el futuro en caso de nuevas pandemias.

Por el momento, 20 miembros de le UE ya comenzaron a expedir y aceptar esos certificados.

Por el momento, 20 miembros de le UE ya comenzaron a expedir y aceptar esos certificados.

 

Pases sanitarios en otras partes del mundo

China lanzó en marzo su pasaporte sanitario digital para reactivar viajes internacionales, mientras que Dinamarca dispone del “Coronapas”, que certifica un test negativo de menos de 72 horas, una vacunación o una recuperación reciente de la Covid-19, para ingresar a algunos lugares públicos.

Israel, uno de los países que más rápido avanzó en su campaña de inmunización, también expidió un “pase verde” que permitió a los vacunados ingresar a determinados lugares, como restaurantes y gimnasios.

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