En las últimas horas, la Unión de Comerciantes e Industriales de Mendoza (UCIM) emitieron un duro comunicado referido a la pandemia y lo mal que la ha manejado la clase política.
Arranca el documento recordando que “más de 4 millones de personas han pasado por la enfermedad con un sinnúmero de secuelas y con el riesgo de volver a contraer el virus. Van a pasar muchos años para poder analizar las verdaderas consecuencias que está dejando esta pandemia mundial, en nuestro país”.
Y puntualiza: “La salud de todos se ha visto afectada no solo en cuanto a las consecuencias sanitarias y económicas sino en ámbitos de la educación y la seguridad, por ejemplo. La dimensión sanitaria no solo incluye las afecciones provocadas por el virus estrictamente sino además sus secuelas, que abarcan prácticamente tantas como personas la sufrieron”.
A esto, según la UCIM, “debemos sumar las consecuencias anímicas del encierro y el aislamiento, la soledad, el miedo por el riesgo de vida de seres queridos y el aislamiento de jóvenes y niños que tanto necesitan de la interacción para su crecimiento y conformación de su personalidad”.
Y avanza: “Sin contar las consecuencias económicas y por qué no también, psicológicas que provocó y provoca la pérdida de puestos de trabajo, la imposibilidad de generar ingresos y la caída en la pobreza de cientos de miles de hogares”.
Según la UCIM, “hoy podemos comprobar, en carne propia, que el encierro no sirvió. Tanto deterioro de la salud y de la economía podría haberse evitado asumiendo una postura distinta a acentuar el miedo y a cambio, promocionar y controlar los cuidados, que son la principal barrera ante el COVID”.
De acuerdo al mismo comunicado, “en 2021, nos encontramos con un país devastado tanto por la enfermedad, como por la falta de una conducción adecuada y un programa de tratamiento integral de la Salud, entendida en toda su dimensión y comprendiendo a todos los argentinos, independientemente del estrato social en el que se encuentren”.
Luego, el paper cobra inusual dureza: “Ahí donde sentimos con mayor impacto la falta de un plan serio e integral: Argentina se demoró en implementar su plan de vacunas. Por distintos motivos y ante diferentes organismos, nuestro país se confió o negoció mal y no previó que la demora de vacunas significaría más argentinos muertos”.
Finalmente, la entidad hace una crítica descarnada de los políticos: “Mientras la clase política no pierde tiempo en subir impuestos o aumentar sus dietas, sí lo hace con la vida de sus gobernados. Hoy lentamente, el plan de vacunación va avanzando y cada día mueren en el país casi 600 personas (promedio de junio 2021)”.
Y se pregunta retóricamente: “¿Quién se hará responsable finalmente de todo esto? ¿Quien se hace cargo de todas las personas que mueren en nuestro país? Nuestras autoridades deben acelerar el proceso de vacunación. No podemos continuar con este ritmo de muerte que nos reduce a números”.
